PRESENTACIÓN

En este blog pretendo compartir mi experiencia como viajera mochilera y espero ayudar a otros viajeros como muchos blogs que he leído me han dado buenas ideas para mis aventuras. Hasta hace poco yo era una viajera de avión, taxi y agencia de viajes, pero claro, eso era bastante caro, resultado, apenas viajaba. Hace poco más de un año mi pareja me descubrió el viaje mochilero, organizado a tu antojo, con nuestro coche y nuestra mochila y os aseguro que es maravilloso y económico, ahora viajo mucho más y lo disfruto más que antes. Así es que, olvidaos de cosas superfluas, llevad lo imprescindible y preparaos para la aventura…

viernes, 13 de diciembre de 2013

SAINT MALO, MARINEROS Y CORSARIOS.



Recorriendo la fascinante costa de Bretaña, nos encontramos con Saint Malo, un puerto fortificado, un próspero núcleo de comerciantes y auténtico nido de corsarios.


Puerto Pirata, marineros y piratas bretones se refugian en Saint Malo, inexpugnable puerto fortificado sobre el océano, enormes muros que nacen en la playa, recios torreones, murallas que encierran la ciudad, cañones mirando hacia el Atlántico, naves rápidas y livianas, depredadoras implacables de los mares. Saint Malo, guarida de piratas, que con "Patente de Corso" esquilman barcos extranjeros con una licencia del rey de Francia.



Los bretones viven de cara al mar, las salvajes aguas del Atlántico devoran sus costas, les dan forma las olas



Las puertas de la ciudad




Jacques Cartier, primer francés en explorar el Nuevo Mundo, llegó al río San Lorenzo y comenzó el establecimiento francés en la región canadiense de Québec


Tumba de Cartier, hijo predilecto de la ciudad, en la Catedral de Saint Malo.



Ni tormentas, ni cañones, ni piratas pueden asaltar este imponente enclave portuario.


Robert Surcouf, marinero, comerciante, armador y corsario bretón



Cartier, bretón, por sus venas corre agua de mar, aventurero y explorador



Cielo nublado, lluvia pertinaz, húmedos muros, gaviotas reidoras, vientos salados, arena fina. . . Francia atlántica . . . recuerdos de una bahía, donde dí mis primeros pasos y siempre vendrá conmigo a donde quiera que vaya



De Cádiz a Saint Malo . . . de ciudad pirata a ciudad corsaria



Me recuerda tanto a la Tacita de Plata



Filibustero de la palabra. 

domingo, 1 de diciembre de 2013

RECORRIENDO LA COSTA DALMATA, SIBENIK Y TROGIR

 
 
Tras un maravilloso y divertido día en Zadar, teníamos intención de dirigirnos a Split por la autopista. Sin embargo, una conversación con un guía croata que hablaba español nos hizo cambiar de opinión.
 
En realidad no fue "nuestro" guía, ya sabéis que nosotros solemos viajar a nuestro ritmo, pero él mismo se dirigió a nosotros cuando vio que, aún siendo españoles, tomamos un café a la italiana, es decir, expreso, corto y de un trago.
 
Estuvimos hablando un rato, nos preguntó nuestras intenciones y nos recomendó que viajaramos por la carretera de la costa ya que era mucho más bonita, y tanto que lo fue, tuvimos suerte de encontrarnos a este chico.
 
También nos recomendó visitar las Cataratas de Krka y ese fue nuestra intención, que se vio truncada cuando al llegar al lugar señalado comprobamos que esta maravilla natural se había convertido en un parque da atracciones. Debías desviarte cerca del pueblo de Sibenik para comprar las carísimas  entradas (95 Kn (13€) y 70Kn (10€) los niños mayores de 7 años) y hacer cola junto a cientos de personas para coger un autobús que te llevaría al parque natural. Finalmente decidimos dejarlo y  visitar pueblos costeros.
 
En realidad, según he leído posteriormente de otros viajeros por la red, parece ser que el paraje natural es una maravilla, y que merece la pena. No obstante yo soy un poco "alérgica" a los autobuses, pero he visto que se puede acceder en barco desde otro pueblo, Skradin, la próxima vez iremos con los peques e intentaremos acceder desde allí.
 
 
 
Tomada la decisión de pasar del parque natural, nos dirigimos a Sibenik, otro bonito pueblo de la costa dálmata que nos recuerda nuevamente a ciudades italianas. En realidad solo dimos un rápido paseo por el pueblo disfrutando de nuestro helado de rigor (también recuerda mucho a los italianos) y vimos su casco antiguo, su catedral y su puerto.
 
 
 
. . . Sibenik . . . blanco sobre azul siguiendo el mismo estilo de todas las ciudades de Dalmacia, me recuerda lejanamente a la orgullosa Génova italiana . . .
 
 
. . . el maestro Jurac Dalmatinac contempla su obra . . .
 
 
. . . buscando un poco de sombra. . .

Para los caravaneros y autocaravaneros (espero que pronto nos incluyamos en este grupo) diré que toda esta costa está repleta de zonas de acampada a la orilla del mar donde disfrutar de unas vistas y unos baños espectaculares.
 
En cuanto a los amantes de la carne (aquí me incluyo), este camino está repleto de restaurantes con un asador fuera dónde encontrareis las dos carnes típicas del país, cordero y cochinillo asado. En uno de estos restaurantes de carretera pudimos disfrutar de un exquisito cochinillo a un precio irrisorio, 40 Kn (poco más de 5 euros) por ración.
 
 
 
Tras nuestro homenaje culinario seguimos nuestro camino hacia Trogir, una de las ciudades que teníamos incluida en nuestra ruta. Se trata de un pequeño pueblo al más puro estilo Veneciano repleto de edificios medievales y protegido por un castillo construido en 1420.

 
 
 
 

. . . esta ciudad, casi completamente rodeada por el Adriático, es una pequeña maravilla de edificios medievales, formando un excelente conjunto románico-gótico, de clara influencia italiana, pero con la distintiva personalidad de Dalmacia . . .
 
 
. . . Kastel Kamarlengo. . . erigido cuanto Trogir formaba parte del Imperio Veneciano, hacia 1420, con la misión de proteger el canal y el puerto de la ciudad. . .

domingo, 10 de noviembre de 2013

ZADAR, OTRA JOYA DEL ADRIATICO

 
Zadar fue nuestra primera parada en la costa dálmata. Esta pequeña ciudad a orillas del mar Adriático ha sido codiciada históricamente por pueblos y civilizaciones. De origen Ilirio, a lo largo de su historia ha sido iliria, romana, veneciana, húngara, austriaca, italiana, hasta que se une a Croacia, y con ella a Yugoslavia, tras la Segunda Guerra Mundial. Actualmente Zadar es una de las más bonitas ciudades de Croacia, país independiente desde 1991, año en que proclama su independencia entrando entonces en uno de los conflictos más dramáticos en la Europa del siglo XX, la guerra de los Balcanes.
 
En realidad la parte que se visita de Zadar es lo que se conoce como la península de Zadar que es donde se concentra la parte histórica. Al visitar la ciudad descubrimos la huella de muchos de sus pobladores. En el centro se encuentran los restos del foro romano erigido en el siglo III d.C. Incluye un templo de Júpiter y otro de Minerva. Aunque se trata del foro más grande de toda la Dalmacia su estado es bastante lamentable, incluso hay piedras de este foro que fueron utilizadas para construir la iglesia de San Donato, que está justo al lado.  El foro está abierto al visitante, cuando nosotros estuvimos allí tenían una pista de baloncesto para un campeonato que había ese fin de semana. Parece que la ciudad no tiene muy en valor las ruinas romanas de las que disfruta.
 
 
Junto al foro se encuentra la Iglesia de San Donato. Se trata de un templo prerrománico de inicios del siglo IX, muestra de la importante presencia católica en esta ciudad. El templo es de planta redonda y es una mezcla entre el arte carolingio y los templos de Bizancio. Actualmente se utiliza como auditorio para conciertos y se puede visitar previo pago de 20 kunas (unos 3 euros). Es bastante interesante sobre todo para los amantes de la arquitectura.
 
 
Junto a San Donato se encuentra la Catedral de Santa Anastasia de Zadar. De estilo románico tardío y gótico, es la más grande de Dalmacia y fue construida entre los siglos XII y XIV, para reemplazar a una basílica paleocristiana. También se puede visitar, previo pago, claro está.
 
 
 
También junto al foro, pero en el lado opuesto, cerca de los templos de Júpiter y Minerva, se encuentra la Iglesia Ortodoxa de Santa María, construida en siglo XI.
 
Otro importante lugar religioso, aunque adquirió su relevancia por ser el lugar donde se firmó el tratado de Zadar por el que los venecianos admitían abandonar la ciudad, es el Monasterio de San Francisco. Fundado en el siglo XIII, en él se encuentra la iglesia gótica más antigua del país y tiene un bonito claustro que se puede visitar libremente.
 
 
Dejando a un lado las iglesias y antes de abandonar el recorrido más "histórico" de la ciudad, no debemos dejar la oportunidad de visitar una de las puertas más bonitas de Zadar, La Puerta de Zara o Terraferma. Construida en 1537, es símbolo de los dálmatas latinos que buscaron la protección de Venecia contra el acoso de húngaros y croatas. De hecho, Zara es el nombre que dieron los venecianos a la ciudad cuando se encontraba bajo su protección. En esta puerta podemos contemplar el famoso León de San Marcos que nos recuerda a la Serenissima República Italiana.
 
Un apunte logístico para los mochileros: cruzando esta puerta, en la acera derecha, hay un pequeño supermercado para avituallarnos.
 
 
Tras la Segunda Guerra Mundial, los trabajos de reconstrucción de la ciudad habían convertido el litoral en una triste y monótona pared de hormigón. En los primeros años del siglo XXI la ciudad de Zadar propone un proyecto para rediseñar la costa de la ciudad. Como resultado de este proyecto surgen el famoso Órgano del Mar y el Saludo al Sol.
 
El órgano del mar es un instrumento experimental que produce música por medio del empuje de las olas y gracias a unos tubos situados por debajo de un gran conjunto de escalones de mármol. Estos escalones, además de producir música más o menos agradable, sirven de trampolín para que cientos de visitantes al día disfruten de un refrescante y delicioso baño en las cosas de uno de los mares más bonitos que he visitado, el Adriático. Sin duda es uno de los mejores recuerdos que tengo de esta preciosa ciudad.
 
 
El Saludo al Sol, que en realidad es un espectáculo nocturno por lo que yo lo llamaría el saludo a la luna o la despedida al Sol, se trata de un espacio circular próximo al órgano marino, con un montón de placas solares que recogen la energía durante el día y la transforman en un juego de luces nocturnas bastante llamativo. El espectáculo de la puesta de sol en esta zona de la ciudad y el Saludo al Sol es bastante bonito, aunque, como siempre, el problema es la cantidad de gente que se reúne allí. Yo me preguntaba como era posible que tanta gente cupiera en una ciudad tan pequeña.
 

 
En cuanto a la logística, os diré que nos alojamos en un lugar llamado Zadar Península Accommodation, en realidad no es un sólo apartamento, sino que tienen varios por la ciudad. En las fotos te ponen uno, al llegar allí nos dijeron que ese estaba ocupado y nos llevaron a otro de bastante peor calidad. Aunque nos bajaron el precio, a mi no me gustan nada estas cosas. En Croacia es una práctica habitual, así es que tened cuidado ello. Otra práctica habitual en el país es que la gente te ofrezca alojamientos por la calle, no tendríais problema en encontrar alojamiento económico aún sin haber reservado. El problema de esto es que no sabes dónde está el sitio, porque te cogen y te llevan correteando la ciudad hasta llegar al lugar.
 
En cuanto al aparcamiento, en la Península es un poco complicado y hay zona azul limitada. Sin embargo, justo antes de entrar hay unos aparcamiento enormes que es también zona azul pero sin limite de tiempo y muy económica, como unos 3 o 4 € el día. He de decir que nosotros aparcamos en zona azul dentro de la península y no nos multaron, pero te arriesgas, claro está.

domingo, 6 de octubre de 2013

CONOCIENDO ESLOVENIA: POSTOJNA Y LJUBLJANA

Como ya os anticipé, nuestra epopeya veraniega comenzó este año por un pequeño, verde y encantador país de la antigua Yugoslavia, Eslovenia.
 
 
Este bonito país de a penas dos millones de habitantes fue el primero en independizarse de Yugoslavia tras un corto conflicto armado conocido como la Guerra de los Diez Días. En 2004 entró en la Unión Europea adoptando el euro como moneda oficial en 2007.

Nuestra visita fue bastante fugaz y nos dejó muy buen sabor de boca, tanto que nos gustaría volver pronto para dedicar un par de semanas a disfrutar de más rincones de este coqueto país.

Lo que más me llamó la atención de Eslovenia es su riqueza natural. Se trata de un país montañoso y muy, muy verde, por lo que ofrece unos paisajes de ensueño especialmente atractivos para los que, como nosotros, estamos acostumbrados a los paisajes áridos del sur de España.
 

 
Un punto a favor de Eslovenia a nivel logístico es que dispone de una importante red de autopistas que te permiten recorrer el país con comodidad. A este respecto, es importante tener en cuenta que nada más entrar en el país, si viajas en tu propio vehículo, es necesario adquirir una "viñeta" que te permitirá transitar por todas las autopista. Puedes comprar una viñeta semanal (15€) o mensual (30€), tened en cuenta que las mensuales son por meses naturales, no desde el momento que la compras. Se adquieren en las gasolineras y áreas de servicio, así es que las encontraréis nada más cruzar la frontera.

Nuestra primera parada fue en la localidad de Postojna. Este pueblo es muy famoso por sus cuervas de modelado kárstico que no visitamos por falta de tiempo y por su elevado coste. No obstante nos gustaría visitarlas cuando regresemos a Eslovenia con los niños. El motivo para visitar Postojna, a parte de que nos pillaba de camino hacia Ljubljana, fue conoce Predjama Grad. Se trata de un castillo anclado en la roca, es realmente impresionante. Se encuentra a unos 20 minutos de Postojna por una carretera de montaña con un paisaje espectacular y transitada por todo tipo de visitantes (incluso nos encontramos un erizo que cruzaba "su" carretera con toda la tranquilidad del mundo).
 
 
 
 

. . .Predjama Grad, el Castillo de la Cueva, o algo así, jama es cueva en esloveno, un enclave de cuento de hadas . . . y la fotografía no hace justicia a la belleza del entorno . . .

El castillo se puede visitar, hay entradas combinadas del castillo con las cuevas a unos precios, a mi entender, desorbitados. No obstante todo depende de las preferencias de cada uno y del presupuesto, claro está.

Tras esta rápida visita a Predjama Grad nos dirigimos hacia nuestro destino, la inigualable ciudad de Ljubljana. Esta pequeña capital bañada por el río Ljubljanica es una pequeña joya. Ciudad histórica, universitaria, administrativa y monumental, pero con toda la tranquilidad de un pueblecito y todas las atracciones propias de una capital.
 
 
. . . Ljubljana, pequeña y tranquila capital moderna que ha sabido conservar la belleza clásica de sus puentes, sus calles y sus edificios, no hay ruidos, la gente no grita, ni estrés, ni ajetreo, una parada idílica, un lugar alejado del mundo, para relajarse, para vivir un maravilloso día estival . . . hay quien deriva su nombre de la palabra "luba", que al parecer significa amada, no se si es verídico, más no me importa, lo verdaderamente cierto es, que Ljubljana enamora . . .

Nuestra primera incursión en la ciudad fue de noche, tras cenar en un restaurante-tranvía donde nos sirvieron una de las exquisiteces del país, el cevapcici (también lo comeremos en Bosnia, Croacia y Serbia, pero conocido como cevapi). Se trata de una especie de salchichas frescas muy especiadas servidas con cebolla picada, una salsa picante y un pan especial recién horneado. Es realmente delicioso, eso sí, llena un montón, así es que tenedlo en cuenta. La comida fue muy barata, imagino que porque no estábamos en el centro. Esta ciudad no es cara, aunque las zonas turísticas son obviamente más caras que el resto. Aún así, nos tomamos un gin tonic en pleno centro por 5€.
 
 
 
 

Cuando te acercas al centro de la ciudad de noche te da la sensación de que todo el mundo debe estar durmiendo, a pesar de que no eran ni las diez de la noche. Esto se debe a que, a diferencia de la ciudades españolas, la iluminación es tenue, lo que confiera a la ciudad un aire acogedor y mágico.

La ciudad está divida en dos partes por el río que es cruzado por varios puentes, algunos de ellos realmente bellos, como es el caso del puente triple o repletos de historia y simbolismo, como el puente de los dragones.
 
 

. . . cuenta una leyenda que Jasón, a su regreso de la Cólquide pasó por estas tierras y se topó con un Dragón que habitaba las marismas, y como no podía ser de otra manera, entablaron combate y el pobre dragón terminó muriendo . . . desde hace mucho tiempo, el Dragón es el símbolo de la ciudad . . .

A pesar de ser una ciudad pequeña tiene muchas cosas que visitar ya que su historia es muy rica y los orígenes de la ciudad se remontan a la época romana, cuando era conocida como Emona. De este periodo se conservan restos situados fuera de lo que es hoy es casco histórico. Se puede pasear por parte de las murallas de la antigua ciudad e incluso visitar los restos de la villa romana de una familia aristócrata de Emona a juzgar por su calefacción central (sí, los romanos ya la tenían, ¡por suelo radiante!), el número de estancias y la situación de las mismas (separando zona de servicio, etc.). Cuando fuimos estaba cerrada por restauración, parece ser que algunas partes se habían hundido por el peso de la nieve del invierno. Sin embargo, una amable chica (arqueóloga, imagino) nos la enseñó y explicó pormenorizadamente. También nos comento que en 2014 se celebra el aniversario de la ciudad de Emona y que habrá muchas actividades para adultos y niños en su conmemoración.
 
 
 
 
 
 
Otro lugar de obligada visita en la ciudad de Ljubljana es su castillo. Ljubljana grad se yergue sobre un frondoso bosque que rodea la ciudad y es omnipresente desde cualquier punto de la misma. Un funicular conecta el castillo con el centro de la ciudad. Su precio es de 2,20€ ida y 4€ ida y vuelta. Una gran parte del castillo se puede visitar sin pagar, dejándose el pago para algunas estancias y museos. Si queréis visitar el castillo y subir en funicular hay un pase combinado. Yo os recomiendo que, al menos, la bajada la hagáis andando por la pista forestal que rodea al castillo, es una maravilla ir descubriendo Ljubljana entre los árboles mientras te alejas del castillo.
 
 
 
 
Para ser honesta, el castillo es lo que menos me gustó de la ciudad. Lo que más me llamó la atención fue la visita a la antigua cárcel donde puedes visitar las celdas en las que, hasta hace relativamente poco, ha habido gente encarcelada. No obstante, merece la pena la subida a la fortaleza sólo por hacer la bajada a pie por el sendero boscoso.
 
 
 
 
 
Otra visita para los curiosos, historiadores y amantes de los museos debe ser la del Museo Nacional de Eslovenia que se encuentra en la ciudad. Presenta una colección que reúne piezas de la historia de Eslovenia desde la Prehistoria, incluso podemos ver una supuesta flauta neandertal de 40.000 años. El museo se ubica en una palacio neo-renacentista cuya sola arquitectura hace merecida la visita. Si queréis más información sobre el museo podéis visitar el blog de Artemy
 
 
Una vez visitado el castillo y el museo, vamos a disfrutar de un placentero paseo por la capital de Eslovenia visitando su calles, plazas y puentes. En este paseo no visitaremos iglesias puesto que es imposible encontrar una abierta. Para otras ciudades, por tratarse de ciudades muy grandes, os he propuesto un itinerario. Sin embargo, Ljubljana es una pequeña joya que, sin tener ningún monumento espectacular, es una belleza en su conjunto y merece la pena descubrirla por vosotros mismos. A continuación os pongo unas fotos de las fuentes, plazas y puentes del centro con los que os pondréis deleitar.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Por último, aunque no por ello menos importante, no debéis olvidar dar un paseo a las orillas de Ljubljanica alejándoos del centro. Es una zona tranquila, más fresca y preciosa para pasear. Además, la orilla del rio está repleta de barcos-bar con terraza a la orilla del rio en las que disfrutar del frescor de la zona y de una buena cerveza. Sinceramente, cuando estuve en esta zona de la ciudad, pensé que algún día viviré allí, sin duda.
 
 
 
 
 
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