PRESENTACIÓN

En este blog pretendo compartir mi experiencia como viajera mochilera y espero ayudar a otros viajeros como muchos blogs que he leído me han dado buenas ideas para mis aventuras. Hasta hace poco yo era una viajera de avión, taxi y agencia de viajes, pero claro, eso era bastante caro, resultado, apenas viajaba. Hace poco más de un año mi pareja me descubrió el viaje mochilero, organizado a tu antojo, con nuestro coche y nuestra mochila y os aseguro que es maravilloso y económico, ahora viajo mucho más y lo disfruto más que antes. Así es que, olvidaos de cosas superfluas, llevad lo imprescindible y preparaos para la aventura…

lunes, 3 de diciembre de 2012

DOLCEAQUA, GÉNOVA Y CINQUE TERRE



Hoy por fin, ha llegado el momento de contar nuestro periplo por la bella Italia. En varias entradas os contaré mi impresión de cada ciudad, qué creo que, en mi humilde opinión, no os debéis perder de entre lo que pudimos visitar puesto que por cuestiones de tiempo y dinero no visitamos todo lo que nos habría gustado.

DOLCEAQUA

Siguiendo el itinerario ya descrito, nuestra primera parada en Italia fue el pueblecito de Dolceaqua. Es pequeño y encantador, si queréis pasar una noche tranquila buscad un alojamiento allí, hay varios B&B en sus laberínticas calles. No obstante he de decir que no tiene mucho que visitar salvo un castillo en ruinas y un laberinto de calles que dan acceso a él, sin embargo, tiene un encanto excepcional. Supimos de sus existencia gracias a nuestra guía que, como ya he comentado, nos fue realmente útil.


. . . un castillo en ruinas
desde donde serpentea
un auténtico dédalo de callejuelas
que van a morir
a la orilla de un pequeño río . . .
 
... descubrimos un trazado laberíntico de pequeñas callejuelas techadas, donde la sombra y la humedad de la piedra te acompañan y el sol únicamente es un tímido invitado . . .



GÉNOVA

Tras un breve paseo por este pintoresco pueblecito nos dirigimos hacia Génova, ciudad dónde pasamos nuestra primera noche italiana. 

 . . . en la escarpada costa de Liguria, al pie de enormes montañas, descansa la orgullosa Génova, patria de intrépidos marineros, inteligentes comerciantes y valientes almirantes, donde Andrea Doria sigue siendo venerado como el artífice del poderío naval genovés, donde la sombra de Cristobal Colón te aguarda en cualquier a de sus estrellas calles u oscuros vícolos, el mar amedrentó a la montaña, usurpó su lugar, pero los genoveses con enorme coraje consiguieron hacer suyo el mar infinito . . .

He de decir que, a mi entender,  Génova no tiene ningún encanto especial, sin embargo, era una parada estratégica para nuestro itinerario por su localización. No obstante, existen algunos rincones especialmente encantadores como éste claustro de un monasterio derruido que sigue en pie en medio de la ciudad nueva resistiendo el paso del tiempo.

Podéis dar un paseo al atardecer por el puerto disfrutando de un delicioso helado italiano, desde ese momento, los helados que comáis fuera de Italia no os volverán a saber igual.

 CINQUE  TERRE

. . . Cinque Terre, un impresionante entorno natural formado por imponentes montañas pobladas de frondosos y aromáticos bosques, que en caída libre se sumergen en el mar y ofrecen su sombra a coloridos y alegres pueblos, unidos entre sí por kilómetros de túneles y vías férreas . . .

Estos cinco pueblo (son cinco porque sonaba bien cinque terre, porque en realidad podrían ser seis o siete) situados en la costa italiana constituyen un entorno natural idílico. Abruptas montañas que se adentran en el mar, costas escarpadas con pueblos construidos en la falda de las montañas con una frondosa vegetación.  Ciertamente os recomiendo que los visitéis. Hay varias formas de hacerlo, podemos ir con nuestro coche, por supuesto, aunque las carreteras de acceso son bastante malas (sobre todo la de Vernaza que está medio derruida debido a una riada que hubo en 2011), o bien hay un tren que tiene parada en las cinco y que se puede coger en Génova. 

Si vais con el coche deberéis aparcar bastante arriba si no queréis pagar parking. Hay un microbus gratuito (o al menos lo era este verano) que sube y baja continuamente, aunque nosotros preferimos hacerlo a pie deleitándonos con las vistas que son impresionantes. 



Si tenéis pensado bañaros en la playa, debéis saber que en Italia muchas playas son privadas, pertenecen al bar o restaurante que hay justo delante o, puede ser que haya un grupo de tumbonas en una parte de la playa con un socorrista y te cobren por ello. No sé si cuando te bañas en la otra zona, en la que no hay socorrista, y te estás ahogando el buen hombre tiene las santas narices (perdón por la expresión) de pasar de ti si no has pagado. En cualquier caso, no se me ocurrió pagar para bañarme en la playa, aunque, por suerte, tampoco necesité los servicios del socorrista :).

Un punto negativo de estos pueblos es la gran masificación de turistas, pero claro, si nosotros queríamos estar en aquel lugar porque merecía la pena, todos los demás turistas tenían el mismo derecho. Aunque sí es cierto que debido a la gran afluencia turística se está comercializando demasiado la zona. Parece ser que dos de los pueblos (los dos últimos) estaban unidos por un sendero que se podía hacer a pie conocido como “El sendero del amor”, nosotros no llegamos a hacerlo porque me parece un timo que te cobren por pasear por un sendero, pero así es. Además, habíamos leído en otros blogs que se había llenado de tiendas y restaurantes y había perdido todo el encanto. Si alguien ha estado recientemente y le ha gustado que lo comente por aquí.

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